Comunidad Archiroleros

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Campaña D&D4 - el asedio

C

Cair Andros

Guest
Esta esto muy vacio, asique si me lo permitis, paso a relatar la partida que mastereo. Segun vayamos avanzando en ella continuare escribiendola.

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Un invierno mas duro de los que se recuerdan cae sobre Otomnia. La Gran Ciudad Blanca de poderosas murallas y gentes endurecidas por el frio del norte se alza desafiante sobre la Meseta Helada, al filo de los acantilados del Hielo Negro.

Pero no es precisamente la ventisca lo que desespera a lord Orogan, rey de Otomnia por designio divino, ni a Teodoros, el veterano mariscal. Como una trampa mortal, un circulo de torres negras y tiendas de campaña rodean la ciudad, a prudente distancia de sus murallas. Otomnia, la inexpugnable ciudad-fortaleza, se encuentra bajo asedio sin ni siquiera una posibilidad de presentar batalla. Las provisiones se acaban, y la sombra del hambre, la plaga, la muerte y la rendicion, por ese orden, planean sobre sus desiertas murallas.

El enemigo, un poderoso mago, de raza drow segun dicen los rumores, al mando de un feroz ejercito de corsarios, se limito a encerrar a Otomnia en su agujero sin salida, mediante una poderosa barrera de contencion capaz de rechazar cualquier ataque desde el interior. El ejercito real de Otomnia, superior en numero, equipamiento y veterania, se encuentra atado de pies y manos, esperando que los piratas decidan plantar una batalla que no necesitan y con toda probabilidad, no necesitaran para saquear la ciudad.

En esta situacion, solo queda una esperanza. Mejor dicho, cuatro. Cuatro heroes, aun desconocedores de su condicion, esperan impacientes e inquietos la recepcion por parte de lord Orogan en los aposentos reales. En efecto, se trata de un curioso equipo. En una esquina de la sala, erguido en su imponente estatura y con la mirada estoica, se encuentra Kar'shaan, el guerrero dracónido, portando la insignia de su logia en Tol Drakur, muy al sur del continente. Frente a él, con aspecto meditabundo, un ser cuya sangre demoníaca se capta a simple vista, parece estar repasando sus conjuros. Su nombre es Banak el Semidemonio, el viajero errante de Ancara, que por destino o por mala suerte estaba de paso en la ciudad cuando ataco el enemigo. Junto a él se encuentra Sasha el mediano, haciendo malabares con
una daga de aspecto afilado, mientras su gesto denota aburrimiento. Por último, en el centro del gran salón, una figura humana enfundada en una pesada armadura con el simbolo de Otomnia grabado en la hombrera, espera apaciblemente con una sonrisa distraida. Se trata de Mardigan, hijo de Teodoros de Otomnia, el brillante capitán de la guardia.

Al cabo de unos minutos de incomodo silencio, un hombre de edad avanzada pero ferreos movimientos entra con paso lento pero firme, seguido de su veterano mariscal de guerra. Con una voz que solo decenas de años liderando a su pueblo puede conceder, da la bienvenida a los alli presentes, que sobrecogidos ante la presencia de lord Orogan, se inclinan respetuosamente.

-Negros tiempos nos ha tocado vivir, hijos de Ulmenor... por unos motivos o por otros -va posando la mirada en cada uno de los alli reunidos- estamos en el mismo barco, pero solo vosotros teneis en la mano la fuerza para rescatarlo del naufragio. Nuestro enemigo es fuerte, no mas que nosotros, pero ha jugado con astucia su plan. Aunque -sonrie- no han previsto que en este mundo, la necesidad crea héroes, y los héroes desafían incluso a las mandibulas del lobo.
-Creo que no estamos aqui para matar lobos, me temo. -replica Teodoros.- si me lo permitis, su alteza...
-Me has salvado la vida varias veces, Teo. Es suficiente para que me llames por mi nombre. -Orogan prosigue con voz cansada. - Ire al grano. Las fuerzas de Otomnia son inutiles en nuestra situacion. Necesitamos salir de estas murallas para partirles la cara a esos criminales. Pero solo podemos salir en fila de a cuatro por la puerta principal mientras esos perros nos acribillan. La maldita barrera nos impide proporcionarles la mas mínima cobertura. Aunque disponemos de torres y armas de asedio, son inutiles contra esta magia. Por ello, vuestra mision sera la que nos salve la vida a todos, y por ello sera cuantiosamente recompensada. Nuestro mago-bibliotecario Armenius necesita un talisman canalizador de un poder superior al que nos encierra aqui, que desgraciadamente se encuentra perdido en la Meseta Helada. Por ello primero debéis romper el bloqueo.
-¿Y como se supone que lo haremos, volando? -Sasha suelta una risita ante el mordaz comentario de Mardigan.
-Desgraciadamente, no es tan facil.-Orogan parece ignorar el sarcasmo. -la barrera es total, incluso bajo tierra. Todos los pasadizos que aparecen en los mapas del castillo parecen conocerlos bien y estan defendidos. Sin embargo, hay uno que no figura en ellos. -con un gesto de orgullo, prosigue con voz pausada, marcando las palabras- Una antigua red de alcantarillado fue sellada hace doscientos años. No figura más que en los antiguos codices del castillo, y aparentemente es inaccesible. Sin embargo, Armenius ha descubierto una forma de llegar a ellos, y es imposible que el adversario los conozca. Debéis entrar en esos tuneles, y hallar la salida de esta ratonera. Una vez fuera, debéis buscar el Talismán de las Estrellas. Debería encontrarse en una antigua ciudad Ulmenoréana al norte de aqui. Por último, debeis encontrar una forma de burlar de nuevo el asedio para volver al castillo. No deberia ser demasiado dificil ya que no esperan ningún ataque desde fuera. Si conseguis vuestro cometido, tan sólo tendremos que salir y masacrarles mientras nuestros virotes y catapultas oscurecen el cielo.
-Entonces, vamos a esos malditos túneles de una vez. -karshaan golpea su escudo con el mango del hacha- Ese ejercito deseará no haberse topado con un dracónido.
-Así que una cuantiosa recompensa, ¿verdad? -Sasha sonríe traviesamente mientras habilmente envaina su daga.
-Ese talismán... -Banak murmura algunas palabras incomprensibles- Bien, vamos allá. Bajaría al mismo infierno sólo para recuperar algun artefacto del Antiguo Ulmenor.
Mardigan se vuelve hacia sus futuros compañeros de viaje:
-Preparaos, amigos. Mi espada os guiará en nombre de esta ciudad. ¡Os juro que seré el primero en morir si fracasamos!
-No hace falta que mueras, y tampoco hace falta que fracases, hijo mío. -a Teodoros parece quebrársele la voz por momentos- Iría contigo, pero he de proteger al rey igual que tu has de proteger esta misión. Te he enseñado lo que se... lo demás debes aprenderlo tú.

Sobran las palabras. El extraño grupo se encamina por tortuosos pasillos subterraneos acompañados de el viejo Armenius, Teodoros y Orogan. Llegados a un  aparente callejon sin salida, Armenius se acerca y pronuncia una palabra de mando. Lo que parece ser una losa de piedra mohosa, se convierte en una pesada trampilla de madera con una argolla oxidada. Dos soldados se apresuran a abrirla, y Karshaan, Mardigan y Banak seguidos de Sasha descienden a la oscuridad ante la emocionada mirada del Rey de Otomnia.

Continuará...

La oscuridad y la penumbra se habían adueñado del viejo sistema de cloacas, sellado desde tiempos inmemoriales. Extraños ruidos, silbidos, chapoteos y quejidos de criaturas aberrantes se dejaban oir desde la profundidad del complejo. El hedor se impregnaba en cualquier cosa que pretendiese adentrarse allí.
A traves de estos tuneles se iba abriendo paso una luz: un hacha magicamente iluminada que no lograba disimular las manchas de sangre tras un cruento combate. Su portador era Karshaan, al frente de la comitiva.
-Diablos..!!! disfruto del combate como nadie, pero matar kobolds es como pisar cucarachas... una perdida de tiempo!!!
-¿esperabas acaso un dragon blanco esperandonos en los niveles superiores? ¿o un balor? ¿un contemplador quiza? -Banak, visiblemente fastidiado por tener que utilizar su magia contra la tribu de kobolds que les habia tendido una emboscada dos estancias mas atras, desahogaba su frustracion con ironicos comentarios, que Sasha se ocupaba de aplaudir, riendo traviesamente.
-Luchar, sangrar y vencer. Este es el deber del soldado, no elegir al enemigo que te apetezca, Karshaan.
-Mardigan, maldito niñato... la proxima tribu de perrunos la exterminas tu!! -Visiblemente disgustado, karshaan continuó su perorata quejumbrosa con gruñidos ininteligibles.

Los niveles superiores habían quedado atras. Una gruesa compuerta de hierro bloqueaba el camino principal dejando un pasadizo lateral como unica salida. Sasha se acercó con curiosidad a la compuerta.
-Aqui huele mucho mejor, pero la puerta es muy pesada...
Banak asintió pensativo.
-Debería ser la salida, un sistema de evacuacion o algo parecido. Deberia haber un sistema para abrirla, aunque puede estar en cualquier parte. -Banak se volvió hacia sus compañeros- Deberiamos buscar un mecanismo bastante pesado para abrir esto. No creo que sea un sistema hidraulico como las compuertas que hemos abierto hasta aqui.
-Sigamos entonces.-indicó Mardigan, asintiendo animado sin reparar en que el mediano continuaba absorto ante la puerta.
-Se oyen las olas...
Nadie pareció escuchar el comentario.

El agua estancada cubría los niveles inferiores hasta los tobillos de la comitiva. Tras recorrer un largo y estrecho pasillo, una estancia rectangular, con filas de pilares cuadrados a los lados, se extiendía por delante. El grupo se adentró en ella, alerta ante otra emboscada.
Un ruido poco familiar detuvo a Banak. Sonaba como...
-¡¡¡Arañas!!! -Rapidamente formaron en circulo, oteando las sombras, preparados para responder a la amenaza. En efecto, una criatura humanoide siseaba amenazadoramente entre las columnas, dispuesta para el ataque.
-Estas criaturas nunca atacan solas!! Permaneced atentos!! -En seguida el joven capitán dispuso la situacion en su mente, calculando posibles ataques por la retaguardia- Rápido, Karshaan, atrae su atencion!! Banak, sasha, de espaldas a karshaan, formad en circulo!! No perdais de vista el techo!!
Como respondiendo a la advertencia, dos enormes monstruos aracnidos de caparazon fosforescente se avalanzaron sobre Mardigan y Banak. Sasha rodó por el suelo, intentando escaquearse de la lucha. El ettercap luchaba encarnizadamente con karshaan, mientras rayos de escarcha y estallidos magicos rodeaban a banak, aturdiendo y golpeando a los aracnidos. Uno de ellos, visiblemente reducido por los mandobles de Mardigan, desapareció ante sus ojos justo cuando iba a recibir el golpe de gracia.
-Arañas de fase... a tu espalda, Mardigan!!! -pese a estar defendiendose de las arremetidas de otra araña, Banak habia seguido con la mirada a Mardigan. En ese momento, el enorme aracnido se disponia a clavar sus mandibulas en la espalda del capitan de Otomnia, confuso por el salto de fase de su rival. Habia cometido un error fatal... pero una afilada estrella arrojadiza habilmente lanzada a los ojos del monstruo atajó de inmediato la amenaza. Herido de muerte lanzaba chillidos reclamando la ayuda de sus compañeros.
Pero poco podian hacer estos ultimos. La otra araña trataba de ponerse en pie sobre el suelo helado por la magia de Banak. Tenia el cuerpo lleno de quemaduras magicas y varios shuriken clavados en el abdomen; mientras el ettercap se batia en retirada tras recibir dos hachazos directos del enorme draconido. El combate habia acabado en pocos segundos.
-Hemos tenido suerte. El veneno de estas criaturas es dificil de eliminar.-Sasha hacia señas hacia un rincon de la estancia. Al parecer, los atacantes habian almacenado objetos de distinto valor de sus presas en una pequeña cavidad excavada en el muro. Algunas armaduras de cuero de cuidado diseño elfico, dos armas cortas y dos viales de pocion. Debajo de un esqueleto polvoriento, un hacha de excelente factura norithiana con pequeñas incrustaciones no habia perdido ni un apice de su brillo original. Blandiendo el arma un par de veces, karshaan dejó entrever un gesto de satisfacción.
Los niveles inferiores iban a ser un autentico reto.

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bueno espero que os haya gustado, mañana sigo XD
 

Bertosaurio

New member
Opino lo mismo.
la verdad es que me imagine esa situacion y derrepente aparecio por el medio J regateando un precio con el Rey .  ;D
J es un amigo que tiende a negociar de todo ya sea con un Rey o un tabernero, lo que es seguro es que lo esquilmara de cuidado. :p

Cair Continuala que tiene muy buena pinta.
 
C

Cair Andros

Guest
La ire siguiendo segun avance la historia aunque quizas tarde un poco, como veis somos 4 jugadores y yo que aunque intentamos quedar para partidear a menudo, estamos los 5 metidos hasta el cuello en la carrera, lo cual hace dificil encontrar dias que nos vengan bien a todos...

A ellos tambien les agradó, acababamos de salir de una partida cuyo argumento parecia un relato demente de lovecraft y habia bastantes ganas de jugar algo sencillo y epico. Aunque con mi limitada inventiva tuve que darle al coco, y eso que el argumento es mas bien simple...

Pues eso, que proximamente, vida y penurias de un grupo de aventureros en unas cloacas abandonas XD
 
C

Cair Andros

Guest
Por fin encontre un rato libre para continuar escribiendo. Espero que os guste la continuacion.
Un saludo!
 
C

Cair Andros

Guest
esta escrito en el primer post del hilo, si os fijais, hay una gran parrafada despues del "continuara..." del texto inicial XDDD pero weno, como copiar y pegar es gratis pues lo reposteo ala :p


La oscuridad y la penumbra se habían adueñado del viejo sistema de cloacas, sellado desde tiempos inmemoriales. Extraños ruidos, silbidos, chapoteos y quejidos de criaturas aberrantes se dejaban oir desde la profundidad del complejo. El hedor se impregnaba en cualquier cosa que pretendiese adentrarse allí.
A traves de estos tuneles se iba abriendo paso una luz: un hacha magicamente iluminada que no lograba disimular las manchas de sangre tras un cruento combate. Su portador era Karshaan, al frente de la comitiva.
-Diablos..!!! disfruto del combate como nadie, pero matar kobolds es como pisar cucarachas... una perdida de tiempo!!!
-¿esperabas acaso un dragon blanco esperandonos en los niveles superiores? ¿o un balor? ¿un contemplador quiza? -Banak, visiblemente fastidiado por tener que utilizar su magia contra la tribu de kobolds que les habia tendido una emboscada dos estancias mas atras, desahogaba su frustracion con ironicos comentarios, que Sasha se ocupaba de aplaudir, riendo traviesamente.
-Luchar, sangrar y vencer. Este es el deber del soldado, no elegir al enemigo que te apetezca, Karshaan.
-Mardigan, maldito niñato... la proxima tribu de perrunos la exterminas tu!! -Visiblemente disgustado, karshaan continuó su perorata quejumbrosa con gruñidos ininteligibles.

Los niveles superiores habían quedado atras. Una gruesa compuerta de hierro bloqueaba el camino principal dejando un pasadizo lateral como unica salida. Sasha se acercó con curiosidad a la compuerta.
-Aqui huele mucho mejor, pero la puerta es muy pesada...
Banak asintió pensativo.
-Debería ser la salida, un sistema de evacuacion o algo parecido. Deberia haber un sistema para abrirla, aunque puede estar en cualquier parte. -Banak se volvió hacia sus compañeros- Deberiamos buscar un mecanismo bastante pesado para abrir esto. No creo que sea un sistema hidraulico como las compuertas que hemos abierto hasta aqui.
-Sigamos entonces.-indicó Mardigan, asintiendo animado sin reparar en que el mediano continuaba absorto ante la puerta.
-Se oyen las olas...
Nadie pareció escuchar el comentario.

El agua estancada cubría los niveles inferiores hasta los tobillos de la comitiva. Tras recorrer un largo y estrecho pasillo, una estancia rectangular, con filas de pilares cuadrados a los lados, se extiendía por delante. El grupo se adentró en ella, alerta ante otra emboscada.
Un ruido poco familiar detuvo a Banak. Sonaba como...
-¡¡¡Arañas!!! -Rapidamente formaron en circulo, oteando las sombras, preparados para responder a la amenaza. En efecto, una criatura humanoide siseaba amenazadoramente entre las columnas, dispuesta para el ataque.
-Estas criaturas nunca atacan solas!! Permaneced atentos!! -En seguida el joven capitán dispuso la situacion en su mente, calculando posibles ataques por la retaguardia- Rápido, Karshaan, atrae su atencion!! Banak, sasha, de espaldas a karshaan, formad en circulo!! No perdais de vista el techo!!
Como respondiendo a la advertencia, dos enormes monstruos aracnidos de caparazon fosforescente se avalanzaron sobre Mardigan y Banak. Sasha rodó por el suelo, intentando escaquearse de la lucha. El ettercap luchaba encarnizadamente con karshaan, mientras rayos de escarcha y estallidos magicos rodeaban a banak, aturdiendo y golpeando a los aracnidos. Uno de ellos, visiblemente reducido por los mandobles de Mardigan, desapareció ante sus ojos justo cuando iba a recibir el golpe de gracia.
-Arañas de fase... a tu espalda, Mardigan!!! -pese a estar defendiendose de las arremetidas de otra araña, Banak habia seguido con la mirada a Mardigan. En ese momento, el enorme aracnido se disponia a clavar sus mandibulas en la espalda del capitan de Otomnia, confuso por el salto de fase de su rival. Habia cometido un error fatal... pero una afilada estrella arrojadiza habilmente lanzada a los ojos del monstruo atajó de inmediato la amenaza. Herido de muerte lanzaba chillidos reclamando la ayuda de sus compañeros.
Pero poco podian hacer estos ultimos. La otra araña trataba de ponerse en pie sobre el suelo helado por la magia de Banak. Tenia el cuerpo lleno de quemaduras magicas y varios shuriken clavados en el abdomen; mientras el ettercap se batia en retirada tras recibir dos hachazos directos del enorme draconido. El combate habia acabado en pocos segundos.
-Hemos tenido suerte. El veneno de estas criaturas es dificil de eliminar.-Sasha hacia señas hacia un rincon de la estancia. Al parecer, los atacantes habian almacenado objetos de distinto valor de sus presas en una pequeña cavidad excavada en el muro. Algunas armaduras de cuero de cuidado diseño elfico, dos armas cortas y dos viales de pocion. Debajo de un esqueleto polvoriento, un hacha de excelente factura norithiana con pequeñas incrustaciones no habia perdido ni un apice de su brillo original. Blandiendo el arma un par de veces, karshaan dejó entrever un gesto de satisfacción.
Los niveles inferiores iban a ser un autentico reto.
 
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