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La experiencia del Dungeon Master 10/11/2011

Aoren

New member
Una semana mas desde la pagina oficial. Espero que os sea útil e interesante.
http://www.wizards.com/DnD/Article.aspx?x=dnd/4dmxp/20111110



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Lloyd el Contemplador
La experiencia del Dungeon Master
Chris Perkins ( traducido / trasfigurado con la mejor intención por Aoren)



Esta columna regular es para los Dungeon Masters que les guste construir mundos y campañas tanto como a mi. Aquí comparto mi experiencia como DM a través de la lente de Iomandra, mi mundo de campaña de Dungeons & Dragons. A pesar que la campaña utiliza las reglas 4 ª edición, los temas tratados aquí a menudo trascienden las ediciones. Espero que esta serie de artículos te den la inspiración, ideas, e impresionantes nuevas maneras de amenazar a tus jugadores en tus campañas caseras.

Si tu estas interesado en aprender mas sobre el mundo de Iomandra, mira el wiki






LUNES NOCHE. Los Héroes dirigen un Nautilus Illitida, y el personaje cambiante de Peter Schaefer  cree como gobernar el navío asumiendo la forma de un azotamentes e insertando sus tentáculos en la posición de control del piloto. Convence al Cerebro anciano del navio para llevar la nave al interior de aguas enemigas pasando primero a través del Reino Lejano. El DM (que soy yo!!) tiene al personaje de Peter haciendo un puñado de chequeos de Mazmorras para el éxito de la navegación al Reino Lejano- y el falla espectacularmente. Como lógicamente el navío marcha a la deriva, el recoge tres contempladores extraviados con nombres tan horribles como Kang y Kodos, los alienígenas de Los Simpsons.

Estos contempladores tan particulares son “teleadictos” que nunca antes han visitado el mundo natural y nunca vieron criaturas como los PJs antes. Están comprensiblemente confusos y no hablan ni una palabra de Común, pero allí hay suficientes PJs que conocen el Habla Profunda para descubrir que uno de los Contempladores se llama Lloyd. Sin embargo, la experiencia pasada había enseñado a los personajes a tacar a los contempladores en la vista. Cuando la batalla estalla, de la nada, la conversación de la mesa degenera en especulaciones de cómo los contempladores van al baño. Esto, a su vez, degenera en una aparente serie interminable de bromas escatológicas que (perdón por el juego de palabras) apestaron toda la tarde, culminando en el momento final cuando la explosión arcana del brujo mata al pobre Lloyd y el contemplador deja escapar un sonoro “¡Mierda!” antes de explotar.

La columna de esta semana fue un infierno de escribir porque siempre tengo problemas para articular la importancia del humor en el juego de D&D. Hay una razón por la que no tienden a escribir bromas en D&D, y eso es debido a que los diseñadores y los editores saben que es un hecho constatado que los jugadores y DMs traen su propio humor a la mesa de juego, y nadie parece tener problemas para encontrar, en la que por otro lado correcta aventura, el oro de la comedia. En resumen, los jugadores de D&D tienen, en general, conocimientos de comedia. Muchos crecieron con los Monty Python, por el amor de dios. Nunca me he reunido con un jugador de D&D que sea tan estirado como para no apreciar un buen pedo o broma sobre la caca (es decir, una buena broma sobre pedos, que es totalmente contrario a un buen pedo)


Soy el primero en admitirlo: Aunque mi campaña es a veces alabada por sus enrevesadas tramas, giros imprevistos, y ritmo trepidante, hay veces que nos revolcamos en bromas escatológicas y es mas parecido a los juegos que solía jugar en secundaria, cuando eran procaces – y no tanto en correcto estilo Shakesperiano.

La sesion de esta semana no fue un buen reflejo de la campaña de los Lunes Noche. Es mas como uno de esos fuera de lo común, episodios divertidos de Expediente X que aparecían una o dos veces por temporada. Igual que el humor puede insinuarse en las por otro lado series de TV serias, la comedia es un ingrediente propio en mi campaña, y sospecho que en muchas otras campañas también, pero es mas que una especia o algo temporal que un ingrediente principal. Tomo mis campañas de D&D de forma seria en términos de valor de entretenimiento para mis jugadores, con esto digo, que pongo mucho esfuerzo en asegúrame que mis jugadores vuelvan la semana siguiente para crear una experiencia inmersiva  con un montón de acción, roleo y sorpresas. Sin embargo, esto da un cambio refrescante de  ritmo que  imprime un poco de  tontería de vez en cuando


Jeremy Crawford, que juega el mago del grupo, lo dijo mejor en tono bromista: “ ¡Has arruinado a los contempladores! ¡¡Nunca volveré a verlos de la misma forma de nuevo!!” hecho la culpa sobre los hombros de Peter Schaefer, por razones que explicare en breve. Pero primero, una nota de advertencia…
El Humor puede reventar una campaña, lo he visto pasar, Comienza cuando un jugador decide llamar a su semiorco paladín “ Sir Pedosencantidad” o cuando el personaje entra en una taberna de Aguas profundas y ve el elenco de Cheers sentado en el bar. A veces, el humor te saca FUERA del mundo de campaña, y es difícil llevar a los jugadores de vuelta a el. Recuerdo jugar la notable campaña de Monte Cook, Ptolus y observar momentos raros de frustración y disgusto cuando nosotros, los jugadores, asignábamos caballeros apodos entupidos a los villanos que evitaban o rehusaban presentarse ellos por su nombre. En mi mente, todavía puedo a ver a Monte moviendo la cabeza y respondiendo “ Si, bien, cualquiera” después de decidir “nombrar” a uno de sus villanos PNJs cuidadosamente creados “Señor Cabezazurullo”. Mi experiencia ha sido que los malos nombres tienden a pegarse, y cuando los jugadores llaman a tu PNJ “Señor Cabezazurullo”, hay muy poco que hacer para aparte de tirar al Señor Cabezazurullo por el inodoro proverbial y nunca volver hablar de el o lanzarlo a los personajes y esperar que aprendan a tomarlo mas en serio.

Ha sido mi experiencia que, fuera de la dosis semanal de bromas graciosas, el humor es mejor usarlo en pequeñas, juiciosas dosis y en situaciones que actúe entre el contexto del encuentro o la escena. Mi decisión de nombrar a uno de los contempladores Lloyd (N.d.T.: creo que hace referencia a un personaje del videojuego MOTHER que se esconde en un cubo de basura) fue espontánea, como la decisión de modelar su voz y personalidad a partir de la de Kang. Estaba manejando lo que equivaldría a un encuentro aleatorio (en otras palabras, Los contempladores no eran cruciales de ninguna manera para mi campaña), estaba en un humor extraño, y esas improvisadas ( y probablemente mal reflexionadas) decisiones dieron fundamentalmente a mis jugadores la licencia para asignar a los otros contempladores nombres igualmente estupidos. En consecuencia, el viaje del grupo a través del Reino Lejano tomó un giro surrealista fuera de lo común pero apropiado. Los jugadores estaban un poco sorprendidos al principio, pero no puedo dejar de creer que “Lloyd” es un nombre de contemplador perfectamente valido.
Mi estilo de Masterear cambia dependiendo de el grupo de jugadores con el que estoy. Si me observas como DM del juego de Adquisiciones Inc.  y después participar en una de mis sesiones de juego en casa, puedes ver sutiles y no tan sutiles cambios en mi “actuación” de DM. Suelo variar en mi estilo de DM ligeramente incluso entre mis campañas del Lunes y Miércoles noche, como Peter Schaefer experimento recientemente cuando el cambio de mi grupo del Lunes por ser la estrella invitada en mi partida del Miércoles noche. Esto es por que yo estaba jugando para dos públicos diferentes, y diferentes grupos de jugadores tienen distintas expectativas. Comparando, cuando yo manejo partidas en convenciones, suelo a ser un poco mas “neutral” como DM y pongo un limite a las bromas escatológicas.. al menos hasta que pueda conocer a mis jugadores mejor.

Mi grupo del Lunes, generalmente hablando, es mucho menos probable que se revuelquen en la porquería que mi grupo del Miércoles noche. La broma recurrente es lo que usa el grupo del Lunes para menospreciar alegremente a el grupo del Miércoles  por ser un montón de groseros, bárbaros autodestructivos, mientras que el grupo de los Miércoles acusa a los Héroes del Lunes de resolver todos sus problemas de la campaña bebiendo té y charlando con los malos. La sesión del pasado Lunes fue atípica por un numero de razones, primero y lo mas importante por que los jugadores del Lunes estaban menos atentos que de lo normal y había “ desatención”  después de volver de semanas sin jugar. Peter también importo un poco del barbarismo grosero del grupo del Miércoles Noche a el procedimiento de la tarde del Lunes. Fue el que soltó la primera broma escatológica de la tarde, si mal no recuerdo, y también instigo la lucha atacando al contemplador sin provocación. Esto no dice que este libre de culpa. Cuando las cosas comenzaron a volverse realmente estupidas, podría haber dicho a los jugadores que no podían. Pero, añadí mas metano al fuego haciendo referencia a el teniente de un importante PNJ como su “numero dos”. La verdad es, que cuando me siento alegre, suelto cosas en la campaña cuya intención deliberada es buscar una carcajada, tal como el PNJ  ocasional con fingida dignidad, acento de risa, y la cita de película. Pero cuando me canso de bromas y busco seguir a delante con la campaña, rápidamente me vuelvo muy serio y pregunto punzantes temas para desinflar la hinchada bobería, con cosas como “¿Qué haces?” y “¿esta tu personaje llevando alguna acción en este turno?” Esto es el cabo que sienta y trae de nuevo a los jugadores sobre la  pista con urgencia. El buen humor tiene su lugar y lo conoce.
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LOCOS! Mi intelecto superior no es rival para vuestras armas insignificantes!!



Lecciones aprendidas


Mi sentido del humor esta muy en consonancia con el sentido del humor de mis jugadores, y por lo tanto puedo aparecer con Lloyd el contemplador en mi juego. Lloyd puede no ser para ti tan divertido o el tipo de cosas que tus jugadores pueden encontraran divertido. Un buen DM juega para su audiencia y da a los jugadores cabos para ayudarlos  a aprovechar el estado de ánimo previsto para la sesión de juego. Si estas llevando una sesión intensa, no desearas que se vuelva una farsa por tener al villano o el monstruo rompiendo el ritmo. Sin embargo, vendré y diré:  No hay campaña demasiado buena o demasiado intelectual para un poco de humor de orinal de vez en cuando. Y por “humor de orinal”, me refiero a la tontería genérica que transpira cuando un puñado de adultos se sientan alrededor de una mesa y actúan como niños de 11 años, pretendiendo ser mas interesantes y a la moda de lo que ellos realmente son (o incluso serán). Como DM, investigo mucho tiempo pensando sobre mi campaña y encontrando formas de mantener el avance de la partida. A veces olvido que mis jugadores no necesitan estrategias con varios niveles y un profundo, inmersiva oportunidad de rol para estar entretenidos. A veces necesitan a Lloyd el contemplador, y ¡ellos le recordaran también con cariño!.

Estoy recordando la serie de televisión Ángel, protagonizada por David Boreanaz como “el vampiro con alma”. El protagonista oscuro y melancólico dio a la serie una inmersión intensa, y aunque Ángel tenia toda una serie de pequeños adornos cómicos para recordar a los telespectadores que ellos estaban divirtiéndose, no en una tortura. He estado en campañas que eran pura tortura por que el DM fruncía el ceño ante cualquier intento de inyectar un poco de humor en los personajes y a las situaciones que se enfrentaban. El encuentro de esta semana con Lloyd y sus colegas contempladores fue como el episodio de final de temporada donde Ángel es transformado en un vampiro de peluche. Recuerdo que pensé “¡¡ESTE ES EL MEJOR EPISODIO QUE NUNCA HE VISTO!!” mientras simultáneamente  reconocía que no define o estropea la serie en absoluto. Funciona mejor como un hecho puntual, y llevo a casa un par de puntos clave:


- Se puede puntualmente interrumpir una campaña bastante seria con momentos de humor e interludios sin arruinarla.

- El DM fija el tono de la sesión de juego, y los jugadores que están en “su juego” suelen seguir el ejemplo del


Hasta el siguiente encuentro!!


—Dungeon Master de por Vida.
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Chris Perkins
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Christopher Perkins
Christopher Perkins ingreso en 1997 en Wizards of the Coast como editor del  Dungeon magazine. A dia de hoy, el es el productor senior para el Juego de Rol Dungeons & Dragons y dirige el equipo de diseñadores, desarrolladores y editores que producen los productos de D&D RPG. Los Lunes y Miércoles noche, el lleva una campaña de D&D para dos grupos diferentes de jugadores situados en su mundo de cosecha propia de Iomandra.



* NdT.: creo que es una palabra tan usada en la actualidad que tiene una difícil traducción o no es necesaria para mantener el significado completo .

P.D.: Pido perdón por los errores de traducción, ya que no soy traductor. Me he limitado a utilizar mi mejor técnica acompañada por un traductor digital en los momentos que yo no sabia como seguir. Si hay alguna palabra o frase con la que no estáis de acuerdo, bien por error o por que hace referencia a algo sobre lo que no tengo conocimiento, incorporaré gustoso el cambio.

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King_Daeron

New member
Creo que el humor en una partida es factible si plantea de forma adecuada (la anécdota de “cuando el personaje entra en una taberna de Aguas profundas y ve el elenco de Cheers sentado en el bar” no creo que sea tan grave si cada personaje se pone en su rol correspondiente: Sam Malone puede ser el guerrero que colgó su espada y escudo y ahora es tabernero, Carla puede seguir siendo una camarera promiscua e irascible, Frasier Crane puede ser un erudito que gracias a sus bastos conocimientos ayuda a la gente,  contador desempleado Norm Peterson es un ex recaudador de impuestos que gacias al dinero que gano en su anterior trabajo es el mejor cliente de la taberna y Cliff Clavin es el mensajero de un noble adinerado. La gracia estriba en que a no ser que el jugador, estando dentro de la taberna, tire para echar un vistazo a la clientela, el DM debería decirle que solo es otra típica taberna, pero si saca una tirada alta, el DM puede pasar a describir a los personajes, para ver si el jugador es capaz de pillar la broma).

Lo que quiero decir es que hay bromas y bromas que pueden afectar a la campaña /partida de diferentes formas: Esta bien que los jugadores hagan o digan algún tipo de comentario gracioso en compañía de pnjs que tengan sentido del humor (como por ejemplo Kenders), pero quizá no sea una buena idea hacerle una broma al villano (es posible que las tartas de crema estampadas en la cara sean un clásico, pero dudo que el le haga gracia al malo tener que limpiar su casco lleno de crema después de que uno de los pjs le haya echo la gracia).
 

Tel Arin

Administrator
Miembro del equipo
Soy un convencido de que el humor es la parte que más me interesa en una partida con mis amigos. Es cierto que hay una posibilidad, sobre todo jugando con gente que no es de tu grupo, de que el humor no funcione, o de aquellos jugadores que intentan imponer un sentido del humor, que no cuadra con el resto de jugadores o el DM. A veces encontrar el equilibrio es complicado, no digo que no.

Pero en general prefiero jugar a la tierra media con algun toque de monthy python, que pensar que la partida es una especie de Actor's Studio.
 

Mimercio

New member
En mi opinión, el humor, más que necesario es inevitable... De cualquier situación extraña puede salir alguna frase, pifia, cagada extrema, canción chorra...
Eso sí, lo malo es que los jugadores se unan para molestar al DM, por ejemplo:

En una partida, teníamos que lograr infiltrarnos en una ciudad élfica (en la cual no dejaban entrar a nadie que no fuese elfo) y como los muros eran demasiado altos y estaban bien vigilados, pensamos en montárnoslo bien, disfrazarnos y echarle valor e intentar colarnos como el que se mete en una discoteca con zapatos de deporte. Total, el DM no tenía pensado que entráramos y en la aduana, había un mago que detectó mediante una de nuestras escamas de la piel, que estábamos cometiendo fraude... Así que no nos dejaron entrar y ante la indignación general por la falta de ideas y a punta de flecha, uno de los jugadores (el más porculero) se inventó una canción con una coreografía: "Hola soy un elfo, ahora soy un pescado" (por el tema de las escamas). La coreografía consistía en llevarse las manos a los laterales de la cara, moviéndolas como si fueran aletas.

Todo era un poco rebuscado, pero está claro que el DM no quería que entrásemos por la puta puerta. El pobre sufrió la canción "Hola soy un elfo, ahora soy un pescado" durante un verano entero... Así que el humor está bien, pero sin molestar.

Resumen de lo que quiero decir... ¡Viva el humor, pero siempre sano para todos! Podemos dudar y hablar sobre alguna salida improvisada del DM, sin llegar a enfadarnos, pero mofarse es un poco cruel y quita las ganas de dirigir.
 

Mimercio

New member
Sé que se comenta en el topic el tema del humor intrínseco en la partida, pero tenía ganas de comentar eso también y al final se me ha ido el mensaje principal. Yo lo veo necesario en pequeñas dosis bien administradas, resulta bastante refrescante y despeja la mente de forma brutal, sobre todo unos instantes antes de hacer una pequeña pausa. Quizás en otros sistemas o mundos puede resultar algo más complicado, por ejemplo en Vampiro o Cthulhu (que seguro que algo se puede meter entre líneas), pero en D&D, de lo heróico al puto cachondeo hay una delgada linea (a veces roja, a veces no).

Que se lo digan a Terry Pratchett.
 
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