sc8rpi8n
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Ayer jugamos la segunda sesión del módulo. La sesión duró desde las 6 hasta las 9 y media, con bastante tiempo de roleo, un combate y un desafío de habilidad improvisado.
Esta vez sólo fuimos 4 jugadores: bardo humano, bárbaro enano, monje githzerai y cambiante buscador. Todos repetíamos de la anterior sesión salvo el buscador que era nuevo (un amigo mío y jugador en mi campaña semanal).
Básicamente estuvimos haciendo las presentaciones pertinentes y la gente empezó a rolear un poquito más (en la anterior sesión el rol fue bastante light). Nos pertrechamos adecuadamente y bajamos por el pozo en una plataforma colgante.
El pozo daba a una cueva relativamente pequeña, con un par de pequeños lagos subterráneos al norte y al sur.
Nada más bajar nos asaltaron unos tipos que pretendían que les pagásemos para poder continuar. Obviamente decidimos no hacerlo.
La oposición la componían 4 humanos cutres (esbirros nv2), un par de guardias humanos armados con alabardas (soldados nv3) y su mascotita un escorpión zarpa de tormenta (soldado nv1), al que llevaba encadenado uno de los guardias.
El combate empezó bien, mientras hablábamos con el guardia humano que parecía ser el líder, el enano bárbaro decidió participar de la conversación como mejor sabe: cargando (con ventaja en combate por lo súbito del ataque), aunque falló el golpe. Tiramos iniciativa, y el buscador le metió un crítico al guardia humano líder, dejándole maltrecho, y poniéndoles una penalización importante al ataque al resto de enemigos. El bardo se cargó a unos cuantos de los esbirros con un grito de triunfo (poder de encuentro), y entonces apareció de entre las sombras un doppleganger furtivo (acechador nv3). El bárbaro enano le metió un crítico con un poder de encuentro al líder, lo mató, y le hizo un ataque básico a otro enemigo por el rasgo de destrucción. No sé si atacó al escorpión o al otro guardia.
Por mi parte me cargué a los dos esbirros que quedaban con el ataque de las cinco tormentas (poder a voluntad), y me acerqué hacia el escorpión, que parecía ser el enemigo que más problemas nos iba a dar.
Lo que ocurrío en los siguientes asaltos puede resumirse fácilmente: El bardo estuvo cara a cara con el doppelgánger, comiéndose buenas leches (la finta esa que tiene el bicho para ganar ventaja en combate como acción menor es bien jodida), y curandose a sí mismo y al enano. el enano quedó agarrado por el escorpión y cayó en negativos una vez, hasta que consiguió zafarse. No tuvo mucha suerte con los dados (en palabras del propio jugador es su mala suerte habitual). El buscador recibió una torta del guardia humano que lo dejó maltrecho y se alejó de la zona de combate para disparar a distancia con su arco sin interrupciones. Mi monje usó su poder de encuentro open the gate of battle con el guardia que quedaba ya que al estar entero le hacía más daño. 3d10+4+6 (ráfaga de golpes) fue suficiente para dejarlo bastante maltrechillo. Pude utilizar la opción de movimiento de dicho poder para alejarme del escorpión sin provocar un ataque de oportunidad (que me hubiese agarrado, y eso es chungo bacalao)
La cosa se estaba poniendo fea ya que ni el bárbaro ni el buscador acertaban con los ataques, así que decidí gastarme el diario masterful spiral, que es una explosión de 2 y me sirvió para matar al escorpión y al guardia a al vez. Incluso aunque no les hubiera dado me los habría cargado ya que el poder hace mitad de daño en un fallo. Con 3d8+4 hubiera sido suficiente parar acabar con ellos.
El doppelganger por su parte acabó maltrecho, y viendo que la cosa no pintaba bien intentó huir. Le perseguimos usando un desafío de habilidad improvisado un tanto restringido para mi gusto, con sólo 2 habilidades principales, aunque como bien nos dijo el máster era la primera vez que hacía uno y por tanto considero normal que fuese conservador. Lo superamos y atrapamos al malo y le interrogamos un poco acerca de la zona.
Y hasta aquí llegamos. En general fue una partida muy entretenida, se nota que al jugar con menos gente estábamos más cómodos. El combate fue difícil ya que éramos 4 y el master nos puso el encuentro normal que es para 5 pjs. Los guardias humanos eran brutales, con un +10 de ataque (con alcance) y un poder que usaron todos los turnos que metía 1d10+7 y tumbaba; por el otro lado el escorpión con el daño automático de las pinzas rascaba lo suyo. Por suerte no le sacó partido al aguijón (lo usó una vez y falló). El doppleganger como ya he dicho con la finta tenía la opción de ganar ventaja en combate sin necesidad de aliados, y la usó con éxito casi todos los turnos.
Veo que este encuentro puede convertirse fácilmente en un TPK si el máster va a por los jugadores con una estrategia media y tiene algo de suerte con los dados. Engaña el hecho de que al principio ves al escorpión como el bicho más tocho y después te das cuenta de que los guardias humanos meten toñas más gordas.
Los dos lagos de la caverna tenían unos peces que eran tipo piraña, te hacían un punto de daño si empezabas tu turno en el agua creo. Esto lo he leido en los foros de wizards, en los comentarios de la gente que ha jugado, nosotros no tuvimos opción de comprobarlo ya que no nos metimos en el agua (aunque en un momento dado el bardo empujó al doppelganger al agua). El máster no mencionó lo del daño, aunque sí identificamos que los pececillos eran agresivos con una tirada de naturaleza.
Al final no vino ni bob ni Kaliber. Las semanas siguientes seguiré yendo a jugar los miércoles mientras pueda, y este sábado en concreto no puedo pasarme por la tienda pero los siguientes imagino que sí, por si queréis quedar otro día.
Saludos!
Esta vez sólo fuimos 4 jugadores: bardo humano, bárbaro enano, monje githzerai y cambiante buscador. Todos repetíamos de la anterior sesión salvo el buscador que era nuevo (un amigo mío y jugador en mi campaña semanal).
Básicamente estuvimos haciendo las presentaciones pertinentes y la gente empezó a rolear un poquito más (en la anterior sesión el rol fue bastante light). Nos pertrechamos adecuadamente y bajamos por el pozo en una plataforma colgante.
El pozo daba a una cueva relativamente pequeña, con un par de pequeños lagos subterráneos al norte y al sur.
Nada más bajar nos asaltaron unos tipos que pretendían que les pagásemos para poder continuar. Obviamente decidimos no hacerlo.
La oposición la componían 4 humanos cutres (esbirros nv2), un par de guardias humanos armados con alabardas (soldados nv3) y su mascotita un escorpión zarpa de tormenta (soldado nv1), al que llevaba encadenado uno de los guardias.
El combate empezó bien, mientras hablábamos con el guardia humano que parecía ser el líder, el enano bárbaro decidió participar de la conversación como mejor sabe: cargando (con ventaja en combate por lo súbito del ataque), aunque falló el golpe. Tiramos iniciativa, y el buscador le metió un crítico al guardia humano líder, dejándole maltrecho, y poniéndoles una penalización importante al ataque al resto de enemigos. El bardo se cargó a unos cuantos de los esbirros con un grito de triunfo (poder de encuentro), y entonces apareció de entre las sombras un doppleganger furtivo (acechador nv3). El bárbaro enano le metió un crítico con un poder de encuentro al líder, lo mató, y le hizo un ataque básico a otro enemigo por el rasgo de destrucción. No sé si atacó al escorpión o al otro guardia.
Por mi parte me cargué a los dos esbirros que quedaban con el ataque de las cinco tormentas (poder a voluntad), y me acerqué hacia el escorpión, que parecía ser el enemigo que más problemas nos iba a dar.
Lo que ocurrío en los siguientes asaltos puede resumirse fácilmente: El bardo estuvo cara a cara con el doppelgánger, comiéndose buenas leches (la finta esa que tiene el bicho para ganar ventaja en combate como acción menor es bien jodida), y curandose a sí mismo y al enano. el enano quedó agarrado por el escorpión y cayó en negativos una vez, hasta que consiguió zafarse. No tuvo mucha suerte con los dados (en palabras del propio jugador es su mala suerte habitual). El buscador recibió una torta del guardia humano que lo dejó maltrecho y se alejó de la zona de combate para disparar a distancia con su arco sin interrupciones. Mi monje usó su poder de encuentro open the gate of battle con el guardia que quedaba ya que al estar entero le hacía más daño. 3d10+4+6 (ráfaga de golpes) fue suficiente para dejarlo bastante maltrechillo. Pude utilizar la opción de movimiento de dicho poder para alejarme del escorpión sin provocar un ataque de oportunidad (que me hubiese agarrado, y eso es chungo bacalao)
La cosa se estaba poniendo fea ya que ni el bárbaro ni el buscador acertaban con los ataques, así que decidí gastarme el diario masterful spiral, que es una explosión de 2 y me sirvió para matar al escorpión y al guardia a al vez. Incluso aunque no les hubiera dado me los habría cargado ya que el poder hace mitad de daño en un fallo. Con 3d8+4 hubiera sido suficiente parar acabar con ellos.
El doppelganger por su parte acabó maltrecho, y viendo que la cosa no pintaba bien intentó huir. Le perseguimos usando un desafío de habilidad improvisado un tanto restringido para mi gusto, con sólo 2 habilidades principales, aunque como bien nos dijo el máster era la primera vez que hacía uno y por tanto considero normal que fuese conservador. Lo superamos y atrapamos al malo y le interrogamos un poco acerca de la zona.
Y hasta aquí llegamos. En general fue una partida muy entretenida, se nota que al jugar con menos gente estábamos más cómodos. El combate fue difícil ya que éramos 4 y el master nos puso el encuentro normal que es para 5 pjs. Los guardias humanos eran brutales, con un +10 de ataque (con alcance) y un poder que usaron todos los turnos que metía 1d10+7 y tumbaba; por el otro lado el escorpión con el daño automático de las pinzas rascaba lo suyo. Por suerte no le sacó partido al aguijón (lo usó una vez y falló). El doppleganger como ya he dicho con la finta tenía la opción de ganar ventaja en combate sin necesidad de aliados, y la usó con éxito casi todos los turnos.
Veo que este encuentro puede convertirse fácilmente en un TPK si el máster va a por los jugadores con una estrategia media y tiene algo de suerte con los dados. Engaña el hecho de que al principio ves al escorpión como el bicho más tocho y después te das cuenta de que los guardias humanos meten toñas más gordas.
Los dos lagos de la caverna tenían unos peces que eran tipo piraña, te hacían un punto de daño si empezabas tu turno en el agua creo. Esto lo he leido en los foros de wizards, en los comentarios de la gente que ha jugado, nosotros no tuvimos opción de comprobarlo ya que no nos metimos en el agua (aunque en un momento dado el bardo empujó al doppelganger al agua). El máster no mencionó lo del daño, aunque sí identificamos que los pececillos eran agresivos con una tirada de naturaleza.
Al final no vino ni bob ni Kaliber. Las semanas siguientes seguiré yendo a jugar los miércoles mientras pueda, y este sábado en concreto no puedo pasarme por la tienda pero los siguientes imagino que sí, por si queréis quedar otro día.
Saludos!