Bien, pues, habiendo pasado un par de días desde que me registré, creo que ya no es excusable que posponga mi presentación ni un instante más.
Con vuestro permiso, me haré llamar Ulra. La razón por la que estoy aquí es tan penosa como corriente -me temo- en este mundillo nuestro: hace mucho que me resulta extremadamente complejo encontrar aficionados al rol tradicional y auténtico, y algo tan básico como el hecho de dar con una mesa en la que haya una vacante ha requerido, algunas veces, casi tanto tiempo y suerte como los que hoy en día hacen falta para encontrar trabajo (casi tanto); así que, buscando poner fin a esta dificultad, me he decidido a unirme a vuestras filas. Cuando os descubrí tuve la impresión de que formabais una buena comunidad, y estoy seguro de que según os vaya conociendo mejor me iré convenciendo de que dicha descripción se queda muy corta.
En cuanto a mí, bueno, no creo que haya mucho que decir. Soy más joven que la mayoría de vosotros, y soy estudiante, aunque también trabajo cuando puedo. Cuando era pequeño me encantaban los "libros viejos" que encontraba en casa de mis abuelos, y mi sueño frustrado es ser actor de teatro. Escribir es una necesidad que he tenido siempre, o al menos desde que la memoria me alcanza, y me ha proporcionado alivio y amargura a partes iguales. Llevo jugando a D&D y a otros juegos similares desde hace años, e incluso me puedo enorgullecer de algunas creaciones propias sobre las que de momento no diré más. Soy de Madrid y, en el momento de redactar esto me encuentro viviendo, una vez más, en Madrid. No conozco a ningún jugador aquí, pero ya he empezado a ponerme en contacto con alguno de vosotros e imagino que ese desafortunado hecho cambiará pronto.